Grafologia: conozca su personalidad a traves de su escritura

Los rasgos de la escritura reflejan de manera inconsciente nuestra personalidad y nuestros procesos mentales. De ahí que aprender a interpretarla sea una herramienta de autoconocimiento verdaderamente útil. En esta sección intentaremos enseñarle a hacerlo de la manera más sencilla posible. Ojalá lo consigamos.

La Grafología, fundamentada en la psicología experimental y la estadística, es una ciencia que estudia la personalidad humana a partir de los rasgos de la escritura. Por tanto, es ante todo un test proyectivo.

Y hay que adelantar que su fundamento es muy sencillo: se basa en el hecho de que en realidad es el cerebro el que escribe. Es decir -y explicado de forma simplista-, los impulsos nerviosos parten del córtex cerebral y siguiendo las vías motoras o descendentes van a estimular la placa motora, que es el lugar donde hace contacto la última terminación nerviosa con las fibras musculares de los dedos). Por tanto, lo que estamos plasmando en el papel al escribir son nuestros propios estímulos nerviosos y con ellos nuestra personalidad con sus detalles y rasgos más individuales e inconscientes.

Tanto es así que si uno escribe con la boca o con un pie, por ejemplo, pese a la lógica y evidente deformación de la escritura los rasgos inconscientes básicos de nuestra personalidad seguirán apareciendo.

Obviamente, ello es de gran utilidad en diversas áreas y muy especialmente en el campo de las pericias caligráficas donde a veces uno se encuentra con que el autor de un texto lo ha efectuado con la mano izquierda siendo diestro para deformar su propia escritura. Algo inútil porque el grafólogo especializado en peritaciones caligráficas está en condiciones de identificar los rasgos básicos de su personalidad y así saber quién es el autor del escrito. Aunque éste intente disimular dichos rasgos.

Y es que en toda escritura existe lo que se denomina una parte fija (que se corresponde con los rasgos básicos de nuestra personalidad) y una parte móvil (que se refiere más a factores cambiantes como el estado de ánimo, el estado físico del momento en cuanto a cansancio, posibles enfermedades, etc.).

Mi experiencia profesional como grafóloga durante catorce años me ha llevado a explorar al máximo sus posibilidades y es evidente que su utilidad es clave por su sencillez, rapidez y facilidad de acceso al material a analizar; algo de gran importancia porque si para hacer el perfil psicológico de una persona hubiera que someterla a largos y complicados tests es posible que se sintiera incómoda o incapaz de hacerlo. Sin embargo, todo el mundo es capaz de escribir una carta o redactar unas breves líneas.

Por otro lado, la rapidez con que se puede realizar un perfil psicológico es muy interesante a nivel práctico ya que permite -por ejemplo, en una clínica- tener información objetiva del paciente en breve plazo.

Por último, cabe destacar que no es necesario la presencia física ante el grafólogo de la persona a la que se quiere estudiar.

En cuanto a sus actuales campos de aplicación, se usa sobre todo:

* En Psicología, Psiquiatría y Medicina.
* En Enseñanza (facilitando a psicólogos escolares, profesores y padres el conocimiento de la personalidad del niño, su desarrollo y nivel de aprendizaje así como la posible detección de problemas y conflictos en la etapa escolar).
* En el campo de la investigación histórica.
* En peritaciones caligráficas, donde en muchas ocasiones el dictamen del perito es prueba clave para la resolución de un proceso judicial.
* En la selección de personal (desde la típica selección de personal con fines laborales hasta el conocimiento de un futuro socio, una posible pareja, etc.).
* En el campo de la sexología y la relación de pareja (estudiando la personalidad de ambos miembros y viendo sus compatibilidades y puntos de fricción).
* Y, por supuesto, en el conocimiento de la personalidad (la propia y la de otra persona).

¿PUEDO CONOCERME MEJOR A TRAVÉS DE MI ESCRITURA?
Decididamente, sí; y vamos a intentarlo en esta sección. Para lo cual vamos a empezar viendo cómo funciona a nivel práctico la técnica de forma que seamos desde el principio capaces de ir identificando rasgos concretos de nuestra personalidad.

¿ES SU ESCRITURA INCLINADA, RECTA O INVERTIDA?
Lo primero que debemos hacer es ver las características morfológicas de la escritura respecto al rasgo que vamos a analizar. A esto se le llama Grafognomía. Luego es preciso saber que a cada rasgo grafognómico le corresponden unas determinadas características psicológicas que nos permiten interpretar dicho rasgo. Y a ello se le llama Grafotecnia.

Dicho lo cual, empecemos por algo muy sencillo de conocer: la inclinación de nuestra escritura. Porque ello refleja en especial nuestro grado de sociabilidad y extraversión o introversión.
1) Si la escritura es inclinada nos encontramos ante una personalidad extrovertida, sociable, afectuosa, apasionada.

Pero si se trata de una escritura exageradamente inclinada, las características anteriores se agudizan y dan paso a la falta de reflexión y de control de los impulsos.

-En los casos de escritura recta -vertical- nos encontramos ante una persona equilibrada, serena y con buen nivel de autocontrol. Suelen ser personas calculadoras, lógicas y prudentes en sus acciones.

-Si la escritura es invertida nos encontramos ante una personalidad introvertida, con tendencia a la desconfianza y a la que le cuesta conectar con los demás; eso sí, es una personalidad muy controlada de cara al exterior (veánse junto a estas líneas los ejemplos).

Bien. Es todo. En los próximos números profundizaremos en ello hasta poder reconocer los rasgos característicos de nuestra personalidad.

Mª Jesús Escudero Villanueva
Grafóloga y perito calígrafo