El cambio social
Vivimos en una sociedad, la capitalista, democrática y occidental, que genera dentro de sí ciertos cambios, muy rápidos y, hasta cierto, punto definitivos. Un vicio del que no está exento nadie que se dedique a observar la sociedad es el de pensar que vivimos la época más decisiva de la historia de la humanidad, o la más catastrófica.
Teorías del cambio social
Las teorías evolucionistas
Desde una óptica simplificada de las teorías sobre la evolución de Darwin , sociológicos como Herbert Spencer y Lewis Henry Morgan aplicaron la teoría de la selección natural a las sociedades, según la cual sobrevivían las más fuertes y organizadas.
Las teorías marxistas
Las teorías marxistas también están vinculadas al evolucionismo, pero se centraban más en los mecanismos del cambio y la revolución.
Las teorías funcionalistas
En las teorías funcionalistas encontramos a sociólogos como Emile Durkheim o Bronislav Malinowski . Se busca el origen de los cambios sociales en fenómenos contemporáneos a los mismos, despreciando la historia y cuantificando los hechos para determinar su importancia.
El cuerpo teórico y dogmático que anima a la mayor parte de los sociólogos e historiadores es la creencia en el fin de las ideologías.
Conviene estudiar sistemas diferentes que promueven el cambio social. Entre estas ideologías están el feminismo, el pacifismo y el ecologismo, que son las más pujantes. Estas ideologías se caracterizan por no estar dentro de los parlamentos. Todas ellas tienen una gran fuerza dentro de la sociedad, crean opinión y promueven posturas positivas en su favor.
El feminismo
El feminismo es un movimiento de toma de conciencia y lucha de las mujeres por sus derechos y su emancipación social; así como por la igualdad real en la sociedad, de todos, hombres y mujeres, como personas.
La situación social de partida de las mujeres es la de objeto decorativo y fuente de placer. El primer signo de protesta se produce en 1791 cuando Olimpia de Gouges proclama ante la Asamblea Nacional Francesa la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana.
La lucha de las mujeres durante el siglo XIX se centra en conseguir el derecho al voto: las sufragistas de Europa y Estados Unidos. Son mujeres pertenecientes a la burguesía y cierta clase media, ya que las mujeres del proletariado fueron protagonistas en la puesta en marcha de la revolución industrial.
En 1792 Mary Wollstonecraft publica en los Estados Unidos Vindicación de los derechos de la mujer.
Los anarquistas dan por supuesto que las mujeres estarán en igualdad de condiciones con el hombre en la nueva sociedad, en la que no existirán ni clases, ni grupos de poder, ni diferencias entre hombres y mujeres.
El socialismo está en la misma idea, pero Engels introduce un elemento más de análisis: la lucha de clases-sexo, no es específicamente capitalista, tiene su propia dinámica. La liberación de la mujer se producirá con la del proletariado, pero para ello debe estar plenamente integrada en el modo de producción capitalista.
En el siglo XX el fascismo fue una ideología que dominó durante los años 20 al 40. El fascismo redujo a la mujer a la condición de cosa.
Será después de la segunda guerra mundial cuando el feminismo, como ideología, sea asumido por toda la sociedad, y ello gracias a la información y a la sociedad de masas.
La visión de la mujer para la sociedad de consumo de masas es muy diferente a la de los feminismos. Impone un tipo de mujer: esposa, feliz en su hogar porque tiene aparatos que le hacen todas las tareas de la casa.
Simone de Beauvoir sostiene que la situación oprimida de la mujer en la sociedad actual es algo cultural. Betty Friedmann arremete en 1963 contra la mística de la feminidad, la esclavitud del hogar feliz y la paz del mito consumista. Kate Millet en 1970 desarrolla una teoría sobre la política sexual.
Los años 60 y el nuevo feminismo
Las feministas de los años 60 se dan cuenta que la sola igualdad jurídica es una estafa, y que sufren una situación de explotación económica, legal y sexual. Las mujeres son la minoría oprimida dentro de las minorías. No se trata de la lucha de las mujeres por la igualdad, sino de un compromiso de la sociedad por destruir las barreras de la opresión social.
La situación de la mujer en el Tercer Mundo es aún más penosa, puesto que además de estar atrapada en una sociedad machista, es pobre.
El feminismo en España
Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken son las primeras diputadas de las Cortes española. En 1936 España es el país de mundo que más mujeres tiene en el Parlamento. En 1934 Victoria Kent es nombrada directora de Prisiones. Por primera vez en la historia una mujer es nombrada para un cargo público tradicionalmente masculino.
Margarita Nelken y Clara Campoamor defenderán la ley del Divorcio ante el Parlamento. La manera de independizarse, para toda mujer, era casándose. Sostuvieron un agrio debate por la concesión inmediata del voto a la mujer. La más carismática de todas ellas fue Dolores Ibarruri, la Pasionaria. Otra mujer importante en tiempos de la república fue Federica Montseny. En Cataluña, durante la guerra civil, surge el Grupo de Mujeres Libres, de tendencia anarquista.
Durante el franquismo la mujer española pierde todos sus derechos y es reducida al papel de esposa, madre y mujer piadosa. No tenía derecho a administrar sus bienes, a tener pasaporte, o a poner una denuncia. En 1970 la nueva ley general de Educación reconocerá el derecho a una educación igual para todos, incluidas las mujeres. Las mujeres van tomando conciencia de sus derechos, comienzan a reclamarlos, y la sociedad cada vez ve más normal que se les concedan. No obstante, estos derechos no serán reconocidos en España hasta la proclamación de la Constitución en 1978.
El pacifismo
¿Qué es la paz?. Esta es una de las discusiones ideológicas que se han mantenido durante los últimos años. En principio, la paz es la ausencia de guerra, sin embargo, está claro que esta definición se queda corta, porque puede haber ausencia de guerra e inestabilidad social. Es el caso del País Vasco en España, donde no hay paz a causa de la ETA.
La guerra no es una querella entre individuos amplificada, sino un esfuerzo de dominación política y económica de un Estado sobre otro, o sobre un pueblo o un territorio.
En la aparición del pacifismo, como ideología, tiene mucho que ver las religiones, como el cristianismo y el budismo.
Tras la guerra franco-prusiana aparecieron los primeros grupos pacifistas. Pero es en el siglo XX, y después de la primera guerra mundial, cuando el pacifismo toma carta de naturaleza, como ideología asumida por gran parte de la sociedad.
Las grandes figuras del pacifismo en el siglo XX son: Mohandas Gandi, Juan XXIII, con su encíclica Pácem in Terris, Martín Lutero King y León Tolstoi, que abogaba por una revolución social no violenta.
Tras la primera guerra mundial en Inglaterra se proclama el Juramento de Oxford en el que los firmantes se niegan a volver al luchar por la patria y el rey. Pero quedaron en papel mojado ante la barbarie nazi.
Con la explosión de las primeras bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, se inicia una nueva era en la tecnología militar y en las relaciones internacionales. Socialmente, se toma conciencia de que la esta tecnología es capaz de terminar con la vida humana sobre la Tierra. Surge un pacifismo radical y activo.
Los primeros grupos pacifistas aparecen en los países escandinavos durante la invasión nazi, pero su mayor desarrollo, y los más activos, surgieron en Estados Unidos durante la guerra de Vietnam.
España
Hasta 1978 estuvimos bajo el signo del franquismo, en el que el modelo de organización, por excelencia, era el militar.
Tras la ley de Libertad Religiosa de 1976 algunos testigos de Jehová se niegan a hacer el servicio militar obligatorio. Pero será el caso de José Luis Beunza el juicio que más repercusión tenga, ya que es un católico.
La Constitución de 1978 reconoce el derecho a la objeción de conciencia, en su artículo 30, y desde el primer momento comienzan a declararse objetores al servicio militar. La ley de Objeción de Conciencia llega en 1984. Desde el primer momento es contestada por todos los movimientos de objetores establecidos en España, lo que provocará el fenómeno de la insumisión.
El ecologismo
El ecologismo es la última ideología en incorporarse a las preocupaciones de la sociedad, y por lo mismo es la que más impulso y arraigo tiene en la actualidad.
Los primeros grupos ecologistas surgen junto con los pacifistas antinucleares, que ponen de relieve los peligros de la radiactividad, y las centrales nucleares. Son el primer paradigma de la defensa del medio. Pronto se analizarán los efectos negativos para la vida, de toda la contaminación.
En la Alemania de los años 70 los grupos ecologistas se organizan políticamente y optan por la no violencia y el pacifismo, sin necesidad de dejar de ser contundentes en sus reivindicaciones.
El ecologismo supone una nueva forma de hacer política, lo que implica un choque teórico con los economistas, un debate entre el desarrollo sostenible y el beneficio rápido. La ecología influye en todos los aspectos de la actividad económica, desde la extracción de materias primas, a la fabricación, transporte, venta, consumo y hasta el fin de su vida útil y su gestión como residuo.
Ha ido entrando en las conciencias de la gente, muchas veces con mensajes catastrofistas, y los Estados se han visto en la obligación de legislar y asumir estos puntos de vista: evaluación de impacto ambiental, y auditorías ambientales.
El lema emblemático de los ecologistas es: actuar localmente y pensar globalmente. Esto supone implicar a todas y cada una de las personas en la defensa del medio natural.
Los temas son el cambio climático, el agujero de la capa de ozono, el del consumo de energía y la generación de residuos.
España
Los primeros grupos ecologistas en España surgen en la década de los 60, y sus primeras actuaciones se centran en contra del plan energético nacional, que prevé para España la instalación de varias centrales nucleares. Con la llegada de la democracia el movimiento ecologista se desarrolla extraordinariamente, apareciendo grupos en todas partes.
Conclusiones
Como conclusión, podemos decir que hoy en día estos tres movimientos alternativos, feminismo, pacifismo y ecologismo, forman parte del acervo cultural de nuestra sociedad, y que sus valores no son puestos en duda por nadie medianamente educado.
Montserrat Roig: «El feminismo». Temas Clave. Salvat. Barcelona 1985
Esperanza García Méndez: «La actuación de la mujer en las Cortes de la segunda República». Ministerio de Cultura. Madrid 1979
Myrna M. Breitbart: «Anarquismo y Geografía». Oikos-Tau. Barcelona 1988
Santiago Genovés: «El hombre entre la guerra y la paz». Labor. Barcelona 1968
Joan Martínez Alier: «De la economía ecológica al ecologismo popular». Icaria. Barcelona 1994
VV.AA.: «Anuario». Difusora Internacional. Barcelona.
Caple Martínez, Rosa Mª: «Mujeres, la larga marcha». La Aventura de la Historia, n. 19, pp. 16-27