I. Introducción
La legislación vigente regula la normativa que hay que seguir en situaciones de emergencia, y en este sentido el artículo 20 de la Ley de prevención de riesgos laborales especifica que el empresario, según las dimensiones y la actividad de la empresa, tiene que adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores, asignar el personal encargado de poner en práctica estas medidas y comprobar periódicamente el funcionamiento correcto en cuanto a recursos humanos y materiales para garantizar la rapidez y la eficacia en caso de intervención necesaria.
La obligatoriedad de proporcionar los primeros auxilios y la atención de urgencia a los trabajadores víctimas de accidentes o alteraciones en el puesto de trabajo que prevé el reglamento de los servicios de prevención, está relacionada con el que prevé el Ordenanza general de seguridad e higiene en el trabajo, donde se especifica que en todo centro de trabajo hay de haber un servicio sanitario de urgencia con medios suficientes para prestar los primeros auxilios a los trabajadores.
La infraestructura necesaria dependerá de las dimensiones y de la localización de la empresa.
En todos los centros de trabajo hay que disponer de botiquines fijos o portátiles, muy señalizadas y situadas convenientemente, a cargo de socorristas preparados o de la persona más capacitada designada por la empresa.
Así mismo, el contenido mínimo del botiquín está determinado.
Conceptos generales de primeros auxilios
Los primeros auxilios son las atenciones dispensadas a toda persona que ha tenido un accidente o afección repentina con el objetivo de evitarle daños mayores y mantenerlo con vida hasta que pueda recibir atención médica cualificada.
Los primeros auxilios son importantes porque el que se haga en este momento inicial condicionará fuertemente el pronóstico del accidentado.
Una actuación adecuada puede impedir el empeoramiento de las lesiones que presente el afectado, puede evitar la aparición de complicaciones innecesarias e incluso puede salvarle la vida.
Para poder actuar con eficacia y eficiencia hace falta que se establezca un sistema planificado de intervención y facilitar una formación en esta materia a las personas que previsiblemente pueden tener ocasión de participar en la prestación de los primeros auxilios.
El objetivo formativo en materia de socorrismo se centra en la adquisición de los conocimientos elementales que permitan participar de la manera más correcta posible en las situaciones en que una persona con problemas físicos requiera de ayuda mientras no sea atendida por profesionales cualificados (cadena de socorro).
Es importante saber que en caso de un accidente grave la aplicación de los primeros auxilios consiste a hacer pocas cosas y muy hechas. Ni las buenas intenciones ni la buena voluntad no son prácticas en la mayoría de los casos si no van acompañadas de conocimientos suficientes y normas de actuación concretas.
Actuaciones básicas
El socorrismo engloba tres tipos de actuaciones básicas, si bien no siempre se dan todas:
Salvamento. Maniobras realizadas para liberar los afectados de una situación comprometida y dejarlos en un lugar de menor riesgo.
Prestación de socorro. Intervenciones sobre las funciones orgánicas y las lesiones.
Traslado de los lisiados a un centro hospitalario, cuando sea necesario.
La necesidad de cada una de estas actuaciones dependerá del tipo de siniestro y de la gravedad de las lesiones.
Los siniestros pueden ser ocasionados por muchas causas:
Explosiones.
Incendios.
Efectos del calor.
Efectos del frío.
Efectos de la electricidad.
Efectos del agua.
Hundimientos.
Accidentes de tráfico, etc.
Las lesiones se pueden clasificar de la manera siguiente:
Lesiones de poca importancia: no requieren asistencia especializada posterior o, si requieren, no tiene carácter urgente ni presenta ninguna dificultad especial.
Lesiones graves o muy graves: ponen peligra vida de la persona, su integridad o la conservación de un órgano fundamental.
Entre ambas situaciones se dan diferentes gradaciones.
Organización en el ámbito de la empresa
En cuanto al ámbito laboral, la legislación prevé la organización de los primeros auxilios y las empresas se tienen que atener. Destaca:
Ley de prevención de riesgos laborales.
Reglamento del servicios de prevención.
En la organización de los primeros auxilios, hay que considerar los pasos siguientes:
Designación del personal encargado de poner en práctica las medidas en materia de primeros auxilios.
Comprobación periódica del funcionamiento correcto de las medidas.
El personal tiene que tener la formación necesaria, tiene que ser suficiente y tiene que disponer del material adecuado. Todo esto, según las dimensiones de la empresa, la actividad y los riesgos.
Se tienen que organizar las relaciones que haga falta con servicios externos a la empresa para garantizar la rapidez y la eficacia de las actuaciones.
En definitiva, hay que evitar la imprevisión cuando se presenta cualquier siniestro.
Aptitudes de un socorrista
No todas las personas son aptas para ser socorristas. Las aptitudes que podemos considerar ideales son:
Temperamento tranquilo.
Autodominio.
Claridad de juicio.
Sentido de la responsabilidad.
Estabilidad emocional.
Capacidad de organización y mando.
Integridad física y anímica.
*Ingeni.
Espíritu de col•*laboració.
Poca gente cumple todos estos requisitos. Por lo tanto, más que seleccionar el socorrista por estas aptitudes, es preferible desestimar las personas que se alejan de estas características e intentar formar en primeros auxilios el número máximo de personas.
En cuanto a la empresa, tiene que prever de cubrir todo tipo de acontecimientos, según la localización, las dimensiones, el número de trabajadores, el tipo de riesgo, los turnos de trabajo, etc.
Además de la formación específica, hay que informar todo el personal de la estructura diseñada y de cómo se tiene que actuar según los criterios : proteger, avisar, socorrer.
Proteger: Antes de hacer nada, tenemos que estar seguros que tanto el accidentado como la persona que interviene aportando la ayuda están a salvo.
Avisar: A continuación se tiene que dar aviso porque se ponga en marcha todo el sistema de emergencia. Todo el mundo tiene que tener muy claro cómo y a quien hay que avisar en caso de accidente.
Socorrer: Seguidamente se tiene que atender el accidentado, según los requerimientos y, sobre todo, las aptitudes y la formación.
Finalidad de los primeros auxilios
Mejorar las condiciones del accidentado, para no arriesgar su vida.
Protegerlo de las infecciones y otras complicaciones.
Prevenir lesiones secundarias.
Facilitar el máximo confort posible al accidentado porque conserve las fuerzas.
Tener curar del transporte a un servicio asistencial, de forma que no se compliquen las lesiones y sin causar más molestias que las absolutamente imprescindibles.
Principios generales de socorrismo
Actuar con la máxima rapidez posible cuando haga falta pero con seguridad y eficacia, sin precipitación.
Observar previamente la situación del entorno, la posibilidad de nuevos riesgos, la persistencia de la causa del accidente, la existencia de uno o más de un lisiado, etc.
Crear un ambiente de confianza, a sabiendas de que se tiene que hacer en cada momento.
Coordinar la actividad en la atención al accidentado procurando ser únicamente las personas indispensables para actuar.
Dar aviso a los servicios asistenciales pertinentes antes de empezar las manipulaciones de atención al accidentado.
Mantener en reposo el accidentado en el mismo lugar o en localización segura, y en posición adecuada según el tipo de lesión y el estado de conciencia.
Evitar cualquier maniobra o mide que pueda empeorar el estado del accidentado.
Evitar el enfriamiento del accidentado.
No hacer más del que es indispensable.
Emergencias
Hay de haber un plan de emergencia que permita llevar a cabo la actuación más adecuada ante los diferentes siniestros que puedan acontecerse.
Este plan tiene que consistir en la planificación y la organización de los recursos disponibles para conseguir una utilización mejor de los medios técnicos y humanos previstos para reducir al mínimo las posibles consecuencias humanas y económicas en caso de producirse el siniestro.
Los objetivos principales en un plan de emergencia son:
Conocer el edificio y sus *instal•*lacions.
Garantizar la fiabilidad de todos los medios de protección y de las *instal•*lacions generales.
Evitar las causas que originan las emergencias.
Disponer de personal formado, adiestrado y organizado para poder actuar con rapidez y eficacia en caso de emergencia.
Informar todos los ocupantes del edificio de como es debido actuar en caso de una emergencia.
Esta información tiene que prever las diferentes hipótesis de emergencia y los planes de actuación para cada una, así como las condiciones de uso y de mantenimiento de las *instal•*lacions.
En la fase de implantación es fundamental la divulgación general del plan, la formación de las personas implicadas, la realización de simulacros y la previsión de revisiones periódicas para actualizarlo de una manera correcta.
Hay que conocer las *instal•*lacions de detección y alarma, los equipos de extinción de incendios fijos y móviles, las *instal•*lacions de alumbrado especial, las señalizaciones y los equipos de socorros y rescate. Así mismo, hay que poder identificar las personas de referencia que tienen que controlar y dirigir las diferentes acciones del plan de emergencia.
Es importante definir un conjunto de acciones que pueden controlar cualquier inicio de emergencia, y de manera clara se tiene que dar respuesta a las preguntas siguientes:
Qué se tiene que hacer
Quién lo tiene que hacer.
Cuando se tiene que hacer.
Cómo se tiene que hacer
Donde se tiene que hacer.
En el apartado de evacuación hay que reseñar que todas las personas que no pueden contribuir en ninguna clase de intervención tienen que dejar las *instal•*lacions de manera ordenada y por los lugares indicados previamente. Es muy aconsejable que periódicamente se hagan simulacros de evacuación porque todo el mundo esté familiarizado con las vías y las pautas de evacuación.
Puntos clave
La nueva Ley de prevención de riesgos laborales determina que el empresario/a, en función de las dimensiones y la actividad de la empresa, tiene que adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores.
Los primeros auxilios son las atenciones dispensadas a toda persona que ha tenido un accidente, por lo cual hay que formar personas aptas porque *actuin como socorristas.
El plan de emergencia es la planificación y organización de los recursos disponibles para reducir las consecuencias en caso de producirse un siniestro.
Publicado por: rosmery1